El patio de la Sociedad Rural se llenó de colores y niños en la tarde del miércoles. Allí, la Asociación Civil Uniendo Sonrisas organizó una jornada de huerta para alumnos de jardín y del nivel inicial.

Ramiro Amado, representante de Pro Huerta en INTA Bolívar, fue el encargado de dar la charla para los niños. En diálogo con La Mañana, el profesor contó: “Fui invitado por las chicas de Uniendo Sonrisas por segundo año consecutivo con una propuesta porque ellas querían hacer algo con las escuelas primarias y jardín y entonces surgió el tema de las huertas para que aprendan de donde vienen los alimentos y obviamente saltó el programa Pro Huerta con el trabajo que se viene haciendo con las escuelas desde hace unos cuantos años”.

“Dimos talleres de huerta en diferentes turnos para estudiantes escolares”. “Las chicas habían anotado ciento ochenta chicos y chicas divididos en tres turnos y acompañados de docentes”. “Mientras estábamos con la charla se agregaron más escuelas que estaban paseando haciendo la recorrida escolar y se sumaron unos cien chicos más”.

En cuanto a la experiencia, Ramiro dijo: “Lo bueno es que uno ya después de unos cuantos años recorriendo escuelas, jardines, guarderías te vas encontrando con caras familiares en cada encuentro de estos y con las maestras que se ve el trabajo de las escuelas que uno comenzó.  Tengo el caso de la Escuela Nº 7 que durante cuatro años hicimos huerta escolar y después se continuó con la escuela de verano y hoy la están retomando desde primer, tercer, quinto y sexto grado sobre el tema de la importancia en la producción de alimentos, incorporando contenidos escolares dentro del espacio de la huerta”.

“Otro ejemplo es el de la Escuela Nº40 en el que estamos trabajando con diferentes docentes y es muy bueno ver que se puede trabajar en una escuela en lo que es Huerta Escolar a Cielo Abierto”. “A todos esos chicos más adelante los vamos encontrando en diferentes situaciones y hoy en día después de haber pasado más de diez años van al INTA a buscar las semillas y eso es lo que uno va sembrando”.

“La idea cuando hacemos estos talleres es que sepan que uno no tiene que depender de lo que le ofrezcan en los sistemas de consumo, sino que tienen además de eso la posibilidad de generar sus propios alimentos poniendo una semilla en la tierra”.

“Los chicos se re enchufan y la gente pequeña responde mucho mejor que la gente grande y son más desinhibidos y tienen una conciencia muchos más limpia y pura al momento de hacer preguntas y de responder”. “Los niños responden automáticamente y de manera muy espontánea y responden muy bien”. “A veces los docentes nos encerramos en seguir la pauta que nos mandan y nos perdemos las posibilidades de ver a los chicos hacia donde nos llevan”.

En la jornada de hoy los niños contaron lo que sabían de huerta y el profesores Amado les explicó la diferencia entre verduras, frutas, frutos, hortalizas y las chicas de Uniendo Sonrisas hicieron más de doscientas macetas con rollos de papel higiénico y papel y los niños sembraron ahí sus semillas de tomates y también les fueron entregados plantines de lechuga morada que fueron donadas por Guillermo Baldo.